Es hora de despertar, dile
¡NO! al maltrato
El maltrato infantil se ha
convertido un pan de cada día, es tan incómodo prender el televisor y observar
que este acto se ha ido incrementando con el pasar de los años, según las
encuestas realizadas este año (2016) se registran en el
Perú 18 casos de niños maltratos cada día, sin considerar casos que no se
denuncian. Como alumna y ciudadana considero que la
sociedad tiene que darle importancia a este fenómeno que está llevándose por
delante nuestro más valioso patrimonio, nuestros niños y niñas que están en
medio del conflicto y son los que en la mayoría de los casos llevan la peor
parte.
Consideremos también que los niños que son maltratados, tiene una formación diferente a la de un niño normal, esto lo único que ocasiona es que en la edad adulta se comporten como ellos fueron tratados en su niñez. Se ha visto que el carácter y la personalidad que tiene los padres va hacer la misma que se le inculca a los hijos en su formación, con esto se hace referencia a que si los niños reciben un trato vulnerable de sus padres van a desarrollarse de una manera diferente a la de un niño normal; eso justamente es lo que puede llegar a pasar con un niño que desde que comenzó su vida ha visto y recibido malos tratos por parte de algunos familiares. ¿Entonces que esperamos? Seamos nosotros los jóvenes que hagamos cambiar esta situación que nos aqueja.
Consideremos también que los niños que son maltratados, tiene una formación diferente a la de un niño normal, esto lo único que ocasiona es que en la edad adulta se comporten como ellos fueron tratados en su niñez. Se ha visto que el carácter y la personalidad que tiene los padres va hacer la misma que se le inculca a los hijos en su formación, con esto se hace referencia a que si los niños reciben un trato vulnerable de sus padres van a desarrollarse de una manera diferente a la de un niño normal; eso justamente es lo que puede llegar a pasar con un niño que desde que comenzó su vida ha visto y recibido malos tratos por parte de algunos familiares. ¿Entonces que esperamos? Seamos nosotros los jóvenes que hagamos cambiar esta situación que nos aqueja.
HUAMAN CHAPPA, Yesabela
Alumna de la FCA - UNAC
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